Adelante, gritame que tal vez no te supe comprender.
Quizás, tan solo sea verdad, tal vez fue mi error.
¿Qué es la verdad? ¿De quién fue la culpa?
Todos lo tienen claro, todos te han señalado con su dedo acusador,
yo miro a otro lado, te señalo a escondidas donde puedo acogerme sin rencor.
Yo ya lo sabía, pero no te reconocía.
¿Quién eres? ¿Quién soy?
Y todo lo que hicimos, tal vez se quedó en el olvido
Total, a quien le va a importar, si tu lo vas ignorando, y yo lo voy olvidando.
Las manecillas del reloj no tienen prisa.
Yo ya lo sé, quiero correr, quiero huir.
Y me guardo bajo llave lo innegable, y me callo por miedo a llorar
Me callo para pactar una tregua donde yo,
caminante solitario, llorando a mi desagravio
te observo desde lejos sin saber que hacer.
Y hasta que rebose lo voy a guardar, porque soy así
no se puede cambiar la realidad.
No soy Dios, soy un humano con complejo de inferior.