Has penetrado en cada poro de mi piel, has derrumbado los pilares de mi existencia, has bordeado mis labios, has llenado de luz mis sentidos, has despejado mi nublada vida y me has dado un nuevo sentido a la palabra sonrisa.
Vaciaste mi mar para llenarlo de felicidad, tiraste todos los libros viejos y dejaste papeles en blanco en los cual pintar cada emoción, cada sentimiento, cada palabra. Vaciaste mi mente para dejar el eco de tu voz retumbando en las paredes de este cuarto, antes vacío y oscuro el cual yo llamaba vida, el cual yo llamaba compañera.
Le pegaste una patada a la soledad y me diste una razón para levantarme, me diste todo lo que me faltaba, rellenabas huecos, alisaste este suelo lleno de baches, y pintaste de azul todas mis ventanas, el sol, en lo más alto, los pájaros volando y pintaste un mundo lleno de color en mi corazón, un mundo que antes estaba gris y marchito.
Pusiste un SI donde antes había un NO. Me diste un apoyo en esta vejez, me protegiste ante las llamas del abismo, acariciabas mi mirada con tu sonrisa, y tengo miedo, miedo de mi mismo...
Miedo de no llegar a la cima, de no ser aquella luz que tu tanto añorabas, tengo miedo de no ser la brisa que te arrope entre las sabanas, de no ser aquel camino que ha de guiarte, de no saber dibujar la línea que define tu felicidad, tengo miedo de no ser la roca que aguante el peso de tus lágrimas, tengo miedo de no poder ser aquello que tus brazos pedían.
Tengo miedo de no ser quien soy y tengo miedo de no ser quien quieres que sea, de no poder dar lo que recibo, tengo miedo de tantas cosas que cuando me miro al espejo no veo nada, no consigo distinguirme entre las sombras que la imagen del espejo me devuelve.
Tengo miedo de llorar por nada y a la vez por todo, tengo miedo de no poder tenerte, miedo de no poder decirte al oído que te voy a proteger, que mis brazos te rodeen y notes que estaré siempre aquí, tengo miedo de no ser aquel principe que los cuentos dicen que existen, tengo miedo de tantas cosas que todavía desconozco.
Tengo miedo a perderte, pero tengo miedo a retenerte, pues no quiero ser el freno que desvíe tu camino, no quiero ser el rayo que te ciega y no quiero ser el muro que te impide avanzar. Quiero serlo todo y mucho más, quiero ser todo lo que necesites, pues tu ya eres todo lo que necesito, y con todo eso... me basta.