Que tu voz recorra cada poro de mi cuerpo, que inunde mis entrañas con tus caricias y que tus brazos sean el refugio eterno del que tanto tiempo busqué. Encontrar el alivio en una palabra sin significado, encontrar el descanso en un susurro olvidado, en una mirada perdida entre los rincones de esta oscuridad. Deleite de mis ojos, gozo de mis oídos, ansia de mis besos que se reparten en la noche bajo estrellas que son testigos de la noche. La Luna sonriente observa cómo el tiempo pasa lentamente, como las hojas caen al son del viento mientras abrazo los restos de lo que quedó, de besos destrozados al amanecer, búsquedas sin sentidos que perecen en la noche, canciones sin notas que se desprenden en forma de lágrimas y mueren en la soledad, ahogados entre mares infinitos, sin el respiro de la vida que aprisiona las agujas del tiempo y prohíben el encuentro de la noche con el día, que mi vida está perdida y sin rumbo si me quedo sin tu sol, sin tus amaneceres, sin la melodía que mis labios componen con tus besos, sin tus caricias a medianoche, sin tu mirada penetrando mi mente y ocupando cada rincón de mis pensamientos, que mi vida esta perdida sin la vida, y mi vida, eres tu.
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