Una mirada atrás

Es inevitable, cuanto más tiempo pasa más nos damos cuenta de las cosas que vamos dejando atrás. Más entendemos que no es tan fácil desprenderse de las cosas tan fácil como se dicen. Más entendemos que es fácil tener algo en mente pero siempre quedará algo que nos haga cuestionarnos todo lo que hacemos. Más entendemos que aunque parezca que hemos superado todo todavía nos queda algo que hace que miremos atrás y nos planteemos miles de preguntas. Más entendemos que aunque sea por nuestro bien o por el de los demás, vas a seguir encontrando momentos en los que pienses que a lo mejor no era lo correcto. Porque somos así, porque al fin y al cabo somos personas. Y entenderemos que no es tan fácil desprenderse de nuestros recuerdos tan fácil como desprenderse de aquella carta que tenías guardada con cariño. Que no es tan fácil olvidar todo y seguir adelante como si nada hubiera pasado aunque tan duro fuera el camino. Que aunque sigas adelante como habías previsto seguirás intentando echar un vistazo atrás, porque somos así, porque aunque dejemos una etiqueta para recordar en que página estamos, echaremos una lectura rápida a lo que sucedió antes. Porque las personas somos así, corremos hacia adelante aunque nunca olvidemos de donde venimos, y sabemos que por más que corramos, nunca podremos dejar atrás todo lo que nos hubiera gustado. Porque no nos podemos arrancar ninguna parte del cuerpo y tirarla lejos. Porque no podemos desprendernos de todos los recuerdos, ni todos los olores ni sabores. Ni podemos desviar la mirada aunque queramos. Así estamos hechas las personas, no somos perfectas, somos seres imperfectos en un mundo que gira sin que nos espere. Y cuánto más pasa el tiempo más te planteas que sería de ti en estos momentos. Porque siempre encontrarás algo que te haga mirar con melancolía en una parte de ti que sabes que no deberías mirar. Porque aunque haya hecho lo correcto, porque aunque haya hecho lo mejor, porque aunque me haya desprendido de todo lo que me retenía para seguir adelante, siempre quedará una parte de mí que mire aquellos recuerdos y todavía sienta algo que creía que no pasaría nunca. No, no volveré atrás, eso está claro, pero uno no puede evitar echar un vistazo siempre que puede...