Viniste una tarde de verano
El sol en tus ojos
Y su mirada en tu camiseta
En tu maleta trajiste la ilusión
Y te trajiste la brisa
Y la calidez
Y tu sonrisa
Nos perdimos por las calles
Intercambiamos recuerdos
Tus palabras, a fuego en la sangre
Y el cansancio en tus pies notabas
Dijiste, tranquilo, que no importa
Las sonrisas las dudas despejaban
Y todos los días, ocupados
El Sol, el cielo, el andar
Las risas echadas en un bar
Tu risa resuena como cuerdas de un arpa
Iluminando mis oscuros y vacíos días
Dibujando de colores mi blanca vida
Y de la risa al llanto
Los ojos ahogados
Y compartiendo abrazos
Yo tocaba la guitarra
Tú, a mi lado, cantabas
Y me acompañabas
Y todos esos momentos
Han quedado, felices
Grabados en mi mente
Viniste una tarde de verano
Y te fuiste otra tarde
De verano
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